8 ene 2012

Puerto Rico


Fueron a parar a un lugar completamente distinto. En la puerta había un cartel luminoso que decía Puerto Rico, y la música que salía de ese local no era para nada indie, era algo mucho más latino. Se habían quedado parados en frente de la puerta, había una cola enorme y un seguridad estaba mirando los DNI de todos los que entraban. Minerva le miró con cara de preocupación, no llevaba el DNI encima, y aunque lo llevara no tenía la edad suficiente para pasar. Pero él solo le dedicó una sonrisa despreocupada, la cogió de la mano y la arrastró hasta la entrada. Se coló de toda la gente que había allí, a pesar de sus protestas, saludó al seguridad de la entrada y entró sin enseñar nada.
 - ¡No puedo creer que nos hayamos colado!
 - No nos hemos colado, los dueños son mis amigos y el seguridad me debe un par de favores, eso es todo.
A Minerva todo eso le daba igual. Era la primera vez que entraba en una “discoteca” para mayores de 18 años y estaba emocionada, miró a su alrededor. Y se dio cuenta de que era un pub de salsa, todo el mundo bailaba en pareja. Se quedó mirando a su acompañante y esta vez fue ella la que rompió a reír.
- No me digas que me has traído a bailar salsa.
- ¿Algún problema?
- ¡Claro! No sé bailar salsa.
       - Pues yo te enseño.
       -  Oh, no, ¿tú sabes?
       - Por supuesto, vengo todas las noches después de mi turno.
       - ¿Y bailas solo?
      - ¡Qué va! Eres toda una afortunada por poder bailar conmigo, a mí nunca me falta pareja.
      - ¿No me digas? ¡Eso no te lo crees ni tú! No conozco a ningún príncipe que sepa bailar salsa, alguno sabe bailar vals, pero poco más.
      - ¡Pues vaya príncipes más anticuados conoces tú! Déjame que te demuestre lo buen bailarín que soy.
Entonces él se acercó a un grupo de chicas que estaban cerca de ellos. Les dijo algo que ella no pudo oír, todas la miraron y después una de las chicas cogió la mano que él le ofrecía y se pusieron a bailar. Aquella chica era muy guapa y verlos bailar juntos hizo que a Minerva se le removiera algo. Había que reconocer que el chico no se movía nada mal, sabía mover muy bien la cadera y eso era mucho más de lo que iban a conseguir todos los estirados a los que ella conocía. Después de un par de bailes, los bailarines se despidieron con una sonrisa en la boca, y él le dio las gracias.
- Ya puedes limpiarte la baba, eh. 


/¡Estas es Minerva!¿Os la imaginabais así?
Ayer me hice Formspring, aún no lo entiendo mucho
 pero si queréis preguntar algo, no lo dudéis y  pinchar aquí

1 comentario:

Mocca dijo...

¡Hola guapa!

Por lo que veo has sabido arreglártelas con lo del banner y la barra de porcentaje para el Reto 12000 páginas, ¡Avísame si tienes cualquier problema! =)