Fueron a parar a
un lugar completamente distinto. En la puerta había un cartel luminoso que
decía Puerto Rico, y la música que
salía de ese local no era para nada indie,
era algo mucho más latino. Se habían quedado parados en frente de la puerta,
había una cola enorme y un seguridad estaba mirando los DNI de todos los que
entraban. Minerva le miró con cara de preocupación, no llevaba el DNI encima, y
aunque lo llevara no tenía la edad suficiente para pasar. Pero él solo le
dedicó una sonrisa despreocupada, la cogió de la mano y la arrastró hasta la
entrada. Se coló de toda la gente que había allí, a pesar de sus protestas,
saludó al seguridad de la entrada y entró sin enseñar nada.
- ¡No puedo creer que nos hayamos colado!
- No nos hemos colado, los dueños son mis amigos y
el seguridad me debe un par de favores, eso es todo.
A Minerva todo
eso le daba igual. Era la primera vez que entraba en una “discoteca” para
mayores de 18 años y estaba emocionada, miró a su alrededor. Y se dio cuenta de
que era un pub de salsa, todo el mundo bailaba en pareja. Se quedó mirando a su
acompañante y esta vez fue ella la que rompió a reír.
- No me digas que me has traído a bailar salsa.
- ¿Algún problema?
- ¡Claro! No sé bailar salsa.
- Pues yo te enseño.
- Oh, no, ¿tú sabes?
- Por supuesto, vengo todas las noches después de
mi turno.
- ¿Y bailas solo?
- ¡Qué va! Eres toda una afortunada por poder
bailar conmigo, a mí nunca me falta pareja.
- ¿No me digas? ¡Eso no te lo crees ni tú! No
conozco a ningún príncipe que sepa bailar salsa, alguno sabe bailar vals, pero
poco más.
- ¡Pues vaya príncipes más anticuados conoces tú!
Déjame que te demuestre lo buen bailarín que soy.
Entonces él se
acercó a un grupo de chicas que estaban cerca de ellos. Les dijo algo que ella
no pudo oír, todas la miraron y después una de las chicas cogió la mano que él
le ofrecía y se pusieron a bailar. Aquella chica era muy guapa y verlos bailar
juntos hizo que a Minerva se le removiera algo. Había que reconocer que el
chico no se movía nada mal, sabía mover muy bien la cadera y eso era mucho más
de lo que iban a conseguir todos los estirados a los que ella conocía. Después
de un par de bailes, los bailarines se despidieron con una sonrisa en la boca,
y él le dio las gracias.
- Ya puedes limpiarte la baba, eh.
/¡Estas es Minerva!¿Os la imaginabais así?
Ayer me hice Formspring, aún no lo entiendo mucho
pero si queréis preguntar algo, no lo dudéis y pinchar aquí
1 comentario:
¡Hola guapa!
Por lo que veo has sabido arreglártelas con lo del banner y la barra de porcentaje para el Reto 12000 páginas, ¡Avísame si tienes cualquier problema! =)
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